El queso es una fuente rica en ácido fólico, un grupo de vitaminas cruciales durante las primeras semanas del embarazo, ya que ayudan a prevenir defectos neuronales en el cerebro y la médula espinal del feto. Además, el queso proporciona ácidos grasos Omega 3 y Omega 6, que son esenciales para el crecimiento y desarrollo infantil. Este alimento contribuye significativamente al desarrollo y fortalecimiento de los huesos. Por ello, los expertos recomiendan incluir una ración diaria de queso en una dieta equilibrada.